La metodología del trabajo enfermero en la
comunidad
Prof.
Asdrúbal Velasco. Docente
Escuela de Enfermería Universidad de Los Andes. Mérida,
Venezuela. Correo:
asdrubalvelasco49@gmail.com
Introducción
El
apoyo social es un factor protector de la salud. La familia es el contexto
natural para crecer y recibir apoyo, que a lo largo del tiempo va elaborando
sus propias pautas de interacción, las cuales constituyen la estructura
familiar. Ante los cambios de ciclo vital, o ante los sucesos estresantes que
ocurren a lo largo de la vida, las familias se modifican y los enfrentan de
acuerdo con diferentes estilos de funcionamiento familiar.
La
existencia de redes informales es lo que protege socialmente a las personas,
familias y grupos de riesgo en este caso, los adultos mayores, evitando o
disminuyendo los riesgos de exclusión social y, por ende, el empeoramiento de
su estado de salud. Es decir, la creación y el fortalecimiento de las diversas
redes de apoyo familiar, constituye el
mejor antídoto preventivo frente a problemas sociales que derivan en
marginación, desintegración y exclusión social, falta de salud en definitiva.
De
acuerdo a este enfoque operativo, el trabajo en atención primaria, de salud y
de servicios sociales, enfrenta un gran reto. Es por esto, que desde la
práctica de enfermería en familia y comunidad como unidad curricular, se
propone la creación de ésta red que implique la intervención de manera directa
y en el propio escenario, el fortalecimiento de las relaciones familiares así
como de la calidad de ida del binomio adulto mayor-cuidador familiar.
En este
sentido, la cobertura del programa de Medicina de Familia así como el alcance
de las competencias y desarrollo de habilidades y destrezas y las acciones de
educación para la salud de los profesionales de enfermería, se verá reflejada
en la eficacia y efectividad de los distintos programas de salud involucrados
en la atención familiar.
La metodología del trabajo enfermero
La
enfermería en Atención Primaria de Salud (APS), se ocupa de las poblaciones
sanas, dirigiendo sus acciones hacia las causas básicas de la pérdida de salud
(higiene, alimentación, riesgos domésticos, entre otros), de una forma
multisectorial, con la participación de la comunidad misma, poniendo los medios
a su alcance para mejorar su salud así como para evitar la enfermedad1.
La
misión de los profesionales de enfermería en atención primaria es la de
trabajar con población enferma (que sufren procesos patológicos crónicos o
enfermedades comunes que no requieren hospitalización), y que requieren
cuidados que les pueden ser prestados en su entorno habitual. Del mismo modo
también cuidan a aquella población cuyo proceso patológico va a desembocar
irreparablemente en su muerte y prefiere, y puede, estar en su domicilio o en
el de sus familiares, en vez de en un centro sanitario. También es muy
importante la educación sanitaria a la familia que cuida de estas personas.
En este
sentido, la enfermería comunitaria en su actual concepción es el reflejo de las
transformaciones que el concepto de salud ha sufrido en el transcurso de los
años. Este personal ha tenido una actuación consecuente con importantes aportes
a la salud de la población, hecho que lo distingue como promotor del desarrollo
humano, que produce no solo cuidados de salud, sino además valores, cualidades
que van hacia el mejoramiento de la salud de las personas2. Las
funciones propias del personal de enfermería en la APS están dirigidas a la
consecución de la promoción de la salud, la prevención, la recuperación y la
rehabilitación de las enfermedades, de forma tal que sitúe los servicios al
alcance del individuo, la familia y la comunidad, para satisfacer así las
demandas de salud a lo largo del ciclo vital3.
La
enfermería comunitaria es entendida como la disciplina que sintetiza los
conocimientos teóricos y las habilidades prácticas enfermeras y de la salud
pública, además los aplica como alternativa de trabajo en la comunidad, con el
fin de promover y mantener y restaurar la salud de la población, contando con
la participación de esta mediante cuidados directos e indirectos a los
individuos, a las familias y a otros grupos y a la propia comunidad en su
conjunto como miembro de un equipo multidisciplinario en el marco de la
planificación general de atención a salud4.
Al
respecto, el modelo de enfermería comunitaria trata que las acciones estén
guiadas a alcanzar la apropiación de los conocimientos, la adopción de hábitos
y conductas saludables, la culturización de la salud, la participación
ciudadana y la inter/extra-institucionalización de la salud. La necesidad
principal es la de estandarizar el lenguaje y la acción de los profesionales en
cuanto a la articulación las diferentes organizaciones y grupos de individuos
presentes en la comunidad en pro del resguardo de su salud, y poder llegar a
cada uno de los miembros a través de la implementación de acciones en salud
dirigidas a nivel macro en la comunidad3.
El
modelo de trabajo en enfermería comunitaria combina la promoción, la prevención
y la asistencia personal, familiar y comunitaria5. Para la autora,
en la implementación de la práctica de enfermería en la comunidad es necesaria
la participación de los vecinos en sus propios espacios, ¿Qué información se
necesita? ¿Para qué? ¿Cómo se puede identificar los problemas? y ¿Cómo se puede
trabajar con la población. Al respecto es fundamental las técnicas
cuantitativas: demográficas, epidemiológicas y estadísticas, que permite
conocer la estructura de la población, mortalidad, demanda de servicios y
recursos disponibles, y las técnicas cualitativas entre las que se encuentran
las redes de apoyo y el análisis de contenido, que permiten conocer la dinámica
de la comunidad y las perspectivas de las personas de dicha comunidad sobre los
problemas de salud.
Igualmente,
trabajar con redes implica pensar en términos intersectoriales e
interdisciplinarios, además de poseer una actitud y voluntad para favorecer la
participación ciudadana. A la hora de trabajar con las redes, enfermería
comunitaria lo hace desde el primer nivel de atención de salud, ya que se trata
de una red familiar como sistema de apoyo al adulto mayor en casa, con baja,
poca o nula capacidad funcional, y el método de trabajo por excelencia para
sistematizar la actuación enfermera es el proceso enfermero.
Con
base a lo anterior para conformación de la red de apoyo familiar al adulto
mayor, es importante identificar la persona de apoyo principal o cuidador
principal, la cual debe manifestar su deseo de ayudar y tiempo, así como
aptitud y preferencias de la persona cuidada. Es importante la preparación de
éste recurso, ya que se transformará en el enlace perfecto entre enfermería y el
centro de salud y el adulto mayor, por lo que debe recibir preparación o
instrucciones para la continuidad del cuidado en el hogar.
A las
redes sociales se les reconoce varias propiedades6. El tamaño, la
densidad el rango y la accesibilidad son importantes. El tamaño estaría dado
por el número de cuidadores familiares con su parentesco que están disponibles
y reconocidas por los adultos mayores que lo necesitan para ofrecer apoyo. La
densidad implica la coherencia, conocimiento y nexos entre ellos, es decir el
número de personas que se reconocen entre ellos. El rango se refiere a la
frecuencia de contactos, las creencias comunes que pueden influiré en la
calidad del apoyo, y la accesibilidad es la facilidad con que el cuidador familiar
necesita el apoyo de otro miembro de la familia del adulto mayor, y que puede
hacerse cargo de los cuidados por algún tiempo.
A modo
de conclusión, se denota la necesidad de
implementar programas que incluyan acciones multidisciplinarias encaminadas a
elevar la calidad de vida de los cuidadores tanto de forma preventiva, como de
soporte, lo cual a su vez redundará en un mejor cuidado y en mayor bienestar de
la familia y de la comunidad. Por lo que las redes sociales cobran un valor
significativo para las personas mayores en la medida en que pueden brindar la
oportunidad de continuar participando activamente en tareas productivas durante
la vejez.
Referencias
1. Organización
Panamericana de la Salud (OPS) (2018) Ampliación del rol de las enfermeras y
enfermeros en la atención primaria de salud. Washington, D.C.: OPS; 2018.
[consulta 15 sep 2020] Disponible en: https://iris.paho.org/bitstream/handle/10665.2/34959/9789275320037_spa.pdf?sequence=5&isAllowed=y
2. Organización Panamericana de la Salud (2020). Informe
sobre Género, Salud y Desarrollo de las Américas. Indicadores Básicos 2019.
[consulta 15 sep 2020] Disponible en: https://www.paho.org/es/publicaciones/genero-salud-desarrollo-americas-indicadores-basicos-2019
3. García, G. (2006). Modelo de Enfermería Comunitaria. Una
propuesta para el abordaje integral de la salud en Nicaragua Ridec Volumen 9
Número 1; 2006 [citado 15 sep 2020]. Disponible en: http://enfermeriacomunitaria.org/web/index.php/ridec/268-ridec-2016-volumen-9-numero-1/1662-revisiones-2-modelo-de-enfermeria-comunitaria-una-propuesta-para-el-abordaje-integral-de-la-salud-en-nicaragua
4. Campbell Corporation. (2018). Efectos positivos de la
rehabilitación comunitaria para personas con discapacidades y sus cuidadores en
países de ingresos medios y bajos. Oslo: Campbell Collaboration. [consulta 12
sep 2020]. Disponible en: http://scioteca.caf.com/handle/123456789/1171
5. Germán,
C. (2003). Metodología del trabajo enfermero en la Comunidad. Salud Pública y
Enfermería Comunitaria. Capítulo 55 p.72 2° Edición Volumen III. McGraw-Hill
Interamericana. España.
6. Muñoz,
L. (2006). El apoyo social y el cuidado de la salud humana. En: Cuidado y
Práctica de Enfermería. C:1 Conceptualización, investigación y gerencia para el
cuidado de la salud. p. 99-105. En: Cuidado y Práctica de Enfermería.
Universidad Nacional de Colombia. Editorial Guadalupe. Bogotá, Colombia.